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viernes, 28 de marzo de 2014

Dulce de madroño con raviolis de queso y crumble de bayas de goji.

Se trata de una receta que tiene como referente al ya conocido dulce de membrillo con queso. En este caso cambiamos el membrillo por el madroño y hacemos una pasta ligera y una carne del madroño (producto que conseguí gracias a unos buenos amigos de Cáceres, donde es una receta muy conocida).

Lavamos los madroños, y en una olla con un chorro de agua dejamos que se hagan lentamente a fuego bajo por unos 20 minutos. Luego lo pasamos por un chino para separar las semillas del producto y lo dividimos en dos partes.


Por un lado  para la carne de madroño, le  añadiremos azúcar,  la misma cantidad a la del producto y  lo trabajamos durante unos 40 minutos a fuego muy lento y sin dejar de remover. Una vez conseguido la consistencia deseada lo volcamos en un molde y lo dejamos enfriar  a temperatura ambiente para después dejarlo en el frigo.

Para la pasta ligera, le agregamos al madroño leche y un poco de azúcar y dejamos a fuego muy lento hasta que se forme como una crema de leche. Dejamos enfriar y lo ponemos en una manga pastelera.

Para los raviolis de queso, contaremos con queso crema y agar agar, llevamos a ebullición y lo extendemos en una bandeja plana, con la ayuda de un molde hacernos unos círculos y reservamos la nevera.
Para el relleno de queso, trituramos queso curado con leche y sal al gusto, y lo ponemos en una manga pastelera.

Para el crumble utilizaremos harina de trigo, mantequilla,  harina de goyi y azúcar, todas de la misma cantidad. Mezclamos con las manos hasta conseguir una especie de arenado y lo extendemos en un silpat y llevamos al horno a 100 grados por unos 8 a 10 minutos.

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