Gracias a la magia de la cocina, podemos realizar grandes uniones
como es el caso de un producto típico
peruano, el rocoto, con un platillo muy popular en las cocinas andaluza y
extremeña, el ajoblanco.
El origen del ajoblanco se remonta posiblemente a tiempos romanos, ya que todos sus
ingredientes eran muy comunes en dicha época. Y su popularidad recae en el
hecho de que sirvió como fuente de alimentación a muchas familias en la
postguerra española, dado su alto poder nutricional y que sus ingredientes son
fáciles de encontrar en la mayoría de los hogares.
Empezamos cortando la merluza en pequeños dados, los
salpimentamos y los freímos a fuego
medio durante un minuto. Luego lo pasamos por el polvo de galletas de rocoto y
lo reservamos. La galleta de rocoto está hecha a base de harina de maíz refinado,
harina de trigo, y zumo de rocoto. Se
estira en un papel sulfurado y se hornea
30 minutos a 180 grados y luego
se tritura.Acompañamos estos dados con
unos espárragos verdes que previamente fueron blanqueados y luego pasados
por una sartén muy caliente unos 10 segundos. Finalizaremos incorporando la
crema de ajoblanco, compuesto por: pan, ajos, almendras, aceite de oliva, vinagre
y agua, todos ellos triturados en
conjunto y pasados por un tamiz fino. Incorporaremos a nuestra presentación,
unos brotes de guisantes.